La primera ruta de este año la hemos hecho a la Sierra de la Pila. Concretamente hemos estado por San Joy. En la ladera sur, la solana, la más propicia para pasear y caminar en estos días de invierno. Ha acompañado el sol y el día era luminoso y claro.
Siguiendo las instrucciones del libro “Sierra de la Pila.- Excursiones a pie y en bicicleta” cuyos autores son Héctor M Quijada y José A. Lucas, accedemos al poblado de San Joy por la carretera que sale de la N-344 desde la estación de Blanca al pueblo de El Rellano. Debemos adentrarnos bastante hasta ver una cantera y una pista forestal que sale a la izquierda donde hay una señal indicando “Sierra de la Pila”.
Dejamos el coche no en las primeras casa, sino en un grupo un poco más alto en una antigua era y empezamos a andar. Primero visitamos el poblado abandonado y sobrecoge ver todas las casas en ruinas y abandonadas salvo dos o tres excepciones. Llegamos a un grupo, que parece ser el grupo principal donde se aprecia una placeta natural con una risca hacia el sur que hace las veces de un bonito balcón hacia el sur. Volvemos al principio para encontrarnos con una tubería de plástico que baja el agua desde su nacimiento.
Pensamos lo difícil que sería la vida en este poblado cuando estuviera en su apogeo. Para llegar a las casas no hay camino, sino empinadas sendas. Pero también pensamos lo bonito que sería cuando se cultivaran las numerosas terrazas, con sus “ribazos” bien arreglados, sus olivos, sus almendros y poco mas. Sería una gozada volver atrás en el tiempo y pasear por estos rincones y ver a sus gentes y sus faenas.
Seguimos subiendo y llegamos hasta una balsa abandonada, llena de juncos donde rezuma un chorro de agua que canalizado por la tubería llega hasta las últimas casas. El nacimiento no esta aquí, sino un poco más arriba donde hay otra balsa más antigua, redonda, y el minado de donde sale el agua cristalina y escasa. Seguimos subiendo por la izquierda de un denso pinar que destaca entre los demás por sus grandes dimensiones y que seguro que tiene algo que ver con el nacimiento de agua, hasta encontrar la pista y nos dirigimos hacía la izquierda. Observamos las impresionantes paredes del Caramucel donde el famoso Félix Rodríguez de la Fuente estuvo filmando al Búho Real. Cuentan en el libro que he citado que utilizó una de estas casas de San Joy para dormir.
Cuando hemos hecho unas dos horas de caminata, ya que la pista no tiene fin, hemos regresado por el mismo camino hasta que hemos llegado al denso pinar donde hemos cogido una subida hacia un collado donde hemos seguido viendo más restos de campos abandonados en plena montaña y un monte con unos pliegues de formas muy singulares. Hemos dado la vuelta y hemos bajado de nuevo a la pista y caminando de regreso al poblado abandonado hasta el coche.
He estado buscando cosas de San Joy, pero no he encontrado nada ni en Internet ni en los libros. Dice mi amigo Dioni, el que aparece en el slide, que en Cieza hay una carpintería que se llama “San Joy” y que ha estado hablando con el hombre que la lleva que procedía de este poblado. Será cuestión de hablar con él a ver que cosas nos cuenta, así que Dioni, tu que te enrollas más habla con él y lo ponemos aquí en el blog.
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