domingo, 12 de octubre de 2008

Peñas Blancas-Calderoncillo

11 de octubre de 2008. Los meteorólogos decían que iba a llover mucho por esta zona, pero no ha caído ni gota, pero si que ha estado muy cubierto y amenazante, pero sin lluvia. La ruta seminocturna de cada mes del grupo HINNENI ha sido hoy por estos lares del norte del término municipal de Jumilla, a 25 kilómetros del pueblo. Le hemos dado la vuelta al Calderoncillo y Peñas Blancas. Hemos empezado casi pegados a la carretera de Fuente Álamo-Yecla, a unos cuatro o cinco kilómetros hacia Fuente Álamo desde el cruce que lleva a Jumilla. La ida la hemos hecho por el piedemonte de la umbría de Calderoncillo para subir a las Peñas Blancas. Primero hemos llegado al punto geodésico de Los Cerrajos con 956 metros sobre el nivel del mar.

Hemos podido ver los cantiles con gran desarrollo vertical de hasta 60 metros que dan hacía el norte, hacia Fuente Álamo. Asomados a estos acantilados hemos visto una pareja de águilas que viven en estas paredes y que parece ser que no se han visto afectadas por los cercanos parques eólicos. El tipo de roca permite la existencia de numerosas oquedades y hornacinas que favorece la presencia de avifauna rupícola, como las águilas que he mencionado, aunque también se pueden encontrar lechuza, halcón peregrino, grajas, cuervos, avión roquero… También había abundantes calderones, que ahora estaban llenos de agua por las recientes lluvias. Tal vez de aquí le venga el nombre de estos montes: “Calderoncillo”.

Después hemos bajado hasta el collado y hemos vuelto a subir al promontorio rocoso del Cenajo, donde está la máxima altura de toda la zona con 960 metros.

La bajada le hemos hecho por la solana que desciende suavemente hacia la llanura de la Cañada del Águila para coger el camino que nos saca a la pista que nos vuelve al punto de partida.

Como datos curiosos, Roque Martínez Abellán reseña en “Juncellus” estos datos históricos:
- De la época argárica datan los poblados fortificados de la Morra de Entrecenajos (Cerro Conejero) y el poblado del Cerro del Moro.
- En el siglo XVI, entre los años 1552 y 1562 se realizaron barias batidas contra los lobos que poblaban estos montes que dieron como resultado la muerte de 20 ejemplares.
- En 1690, para sufragar los gastos de los festejos de la patrona Nuestra Señora de la Asunción, se adjudica el aprovechamiento de la dehesa de Peñas Blancas, que era posesión de la cofradía desde 1670.
- En el siglo XX, desde 1936 hasta 1955 se realizaron varias talas en Peñas Blancas.

Bibliografía: Revista “Juncellus” nº 10, de diciembre de 1994.




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lunes, 6 de octubre de 2008

Las cuatro cimas del Carche

Normalmente, se habla de las tres cimas del Carche. Son los tres picos que se dibujan en la silueta del Carche al verlo desde Jumilla y que son de izquierda a derecha, la Capurulla (1299 m), la Morra de la Sima (1365 m) y la Madama (1372 m). Sin embargo hoy, 5 de octubre hemos hecho una más; una más baja y que se encuentra más a la izquierda de la Capurulla. Se trata de la Pedriza de 983 metros que va delimitando, según se sube, la margen derecha del impresionante Barranco del Infierno.

Hemos empezado la ruta al pasar la casa en ruinas que hay en el camino de los Lomazos, que lo hemos cogido por la carretera que va de la de Pinoso al Salero de la Rosa. Ruta durica pues se parte aproximadamente desde los 700 metros sobre el nivel del mar salvando un desnivel de 670 metros de subidas y bajadas.

Esta ruta ha estado organizado por el GRUPO HINNENI y en la misma hemos participado 26 senderistas. Se trataba de hacer un pequeño homenaje a Felisa Jiménez Lázaro que en enero de este mismo año y haciendo esta misma ruta tuvo un desgraciado accidente al impactarle una piedra que se ruló. Tuvo que intervenir el 112 y fue rescatada por un helicóptero. Felisa, ya totalmente recuperada de aquel accidente, nos ha acompañado hasta el lugar en que ocurrió y ha agradecido al grupo este bonito detalle. A partir de aquí, la mayoría se han vuelto a buscar la senda del Pino de la Omblanquilla, ya que era bastante peligroso seguir subiendo porque éramos muchos y por los problemas de las piedras sueltas, como muy bien han comprobado hoy María Luisa y Fran ya que ha rulado otra piedra que afortunadamente no ha tenido mayores consecuencias. Solamente cinco hemos seguido. Trepando un poco hemos conseguido hacer cumbre en la Capurulla y seguir a las otras dos cumbres que todavía nos quedaban, la Sima y la Madama.


Es una ruta preciosa, ya que las vistas desde la Capurulla son espectaculares, pero que recomiendo hacer en pequeños grupos de treo o cuatro personas y además llevando bastante cuidado.