El 25 de mayo he realizado otra interesante excursión con el grupo Hinneni. Hemos hecho una ruta lineal empezando en Raspay, atravesando la sierra de las Pansas y la Sierra del Carche para llegar a las casas del Carche dando vistas a Jumilla.
Raspay es la única pedanía de Yecla y se encuentra en las estribaciones de la Sierra de las Pansas que junto a la Sierra del Carche y el Cabezo de la Rosa forman el Parque regional “Sierra del Carche”. Es una pedanía de unos 130 habitantes, principalmente agricultores y últimamente como zona de segundas residencias. En los últimos años ha habido un importante número de población inglesa dado la tranquilidad y belleza de la zona. Por su cercanía a la zona de Pinoso, ciudad con la que están muy relacionados, se habla valenciano, al igual que en las pedanías jumillanas de torre del Rico y Cañada del Trigo.
Hay en la pedanía dos importantes restaurantes, del que yo destacaría por motivos familiares el Restaurante “Gachamigas” regentado por Arturo y en el que podréis saborear unas ricas paellas de arroz y conejo o gazpachos o salsa de caracoles serranos.
Hemos salido de la pedanía de la plaza en la que se encuentra una bonita iglesia camino del cementerio y por la pista hemos subido hasta la Sierra de las Pansas.
Tiene una extensión de 725.2559 hectáreas y una altitud que oscila entre los 630 y los 1036 metros sobre el nivel del mar. La umbría de la sierra, situada al norte, es la parte más interesante del conjunto y está cubierta con un denso pinar bien conservado. De ella sobresalen algunos roquedos pequeños. Las solanas presentan el arbolado y el matorral más aclarado. La parte sur del monte se sitúa tan sólo a 500 metros de la pedanía de Raspay.
El perímetro de la Sierra de las Pansas incluye varios espacios de interés tales como la Cueva de la Zurriera, Cueva de Jaime el Barbudo y la Fuente de las Pansas, que hasta hace pocos años aún tenía agua.
Una vez en la cima de la sierra se coge una senda que va dando vistas al paraje de Pisana, resplandeciente de verde después de las últimas lluvias del mes de mayo. Luego la senda se adentra en la umbría hasta llegas a una bifurcación. Debemos tomas a la izquierda para bajar al camino que nos lleva a la senda de Pisana y al Saltaor. Por esta rambla hemos visto unos olmos, aun vivos, pero pequeños, resto de unos grandes olmos que vivían felizmente por la escorrentía de una pequeña fuente.
Luego hemos seguido la pista del Carche que sube hasta el refugio de la peña hasta la senda que acorta la distancia de la pista en algunos kilómetros. Por esta pista hemos visto rincones totalmente umbrios con rica y abundante vegetación entre la que destaca por su originalidad y belleza el rosal silvestre, también llamado en Jumilla, escaramujo.
Una vez en el refugio, y después de descansar un poco hemos bajado por la senda del barranco a la derecha del refugio, dando vistas siempre a la Peña del Castelar, también llamada por otros, peña del Cantalar. En esta peña dicen que en una cueva se refugiaba el bandolero de la zona Jaime Alfonso el Barbudo.
Al final, la senda termina en una pista que baja a los cultivos y a la pedanía jumillana de Casas del Carche, terminando la ruta en la casa de Natalia y Conchi donde nos obsequiaron con una refrescante cerveza a pesar de estar el día bastante fresco y desapacible.
Peña del Castelar.