domingo, 15 de enero de 2012

El Portús-La Azohía (Cartagena)

Día 14 de enero de 2012. Hoy me he pegado un madrugón de la leche para estar en el Portús a las 8:00, hora que mis amigos cartageneros tenían de inicio de la ruta, justo con el amanecer.





La ruta, hasta la Cala del Bolete Grande la hemos hecho siguiendo el GR-92 que atraviesa todo el litoral murciano. La hemos iniciado en la playa del Portús dirigiéndonos hacia el oeste subiendo el monte hasta encontrar un sendero muy marcado con las señales blancas y rojas, que por cierto están muy seguidas y muy recientes, con lo que es casi imposible perderse.


En general, este primer tramo es escarpado con algunas zonas de recorrido muy aéreo por acantilados en los que hay que ir con mucho cuidado, motivo por el cual mi amigo Paco no ha aparecido por allí.


El sendero va subiendo y bajando por numerosas ramblas, llamadas por los cartageneros vaguadas en las que se hacen más presente la flora de la zona, entre las que destacan el pino carrasco, las cornicabras periploca, el famoso palmito cartagenero y gran variedad de plantas aromáticas como el tomillo, el romero y la lavándula que me llamó la atención que en estas fechas tan tempranas estuviera en plena floración.

Al llegar a los 2,4 km se llega a los famosos Amarillos, paredes de arcilla en la que predomina este color y gran gama de ocres, en donde el sendero se pone un poco más dificultoso, y en el que en algunos tramos hay que echar el culo al suelo.

Pasados los Amarillos, la senda se acerca a una gran pendiente que asciende hasta el collado de la Aguja de 252 metros. Desde aquí se puede llegar a la famosa Casa del Comandante, construcción militar, igual que muchas otras que se esparcen por todo el litoral cartagenero. También, algunos hemos subido hasta la cima (282 m) en el que hay otra construcción de vigilancia militar desde dónde se observan unas vistas impresionantes de toda la bahía de Cartagena y la Sierra de la Muela.

Bajamos de nuevo al collado de la Aguja y nos disponemos a bajar por una fuerte pendiente pero por una senda en muy buen estado a la playa de Cala Aguilar.

Decir que desde este collado podemos tomar a la derecha una pista militar muy marcada que nos lleva a las alturas de la Sierra de la Muela y poder bajar de nuevo al Portús por si queremos hacer una ruta circular, que seguro que algún día haré si encuentro algún valiente que me acompañe.

En Cala Aguilar, una bonita playa, almorzamos y recreamos la vista con las olas tranquilas que llegan hasta la arena. Los que en el verano se quieran bañar en ella deben de hacer un gran recorrido a pie por fuertes pendientes o acceder a la misma por barcas. A la izquierda de la playa se encuentra la cueva de Neptuno o de la Virgen, aunque se necesitan cuerdas para descender ya que dicen que tiene unos 15 metros de profundidad y que el agua que tiene en el fondo es dulce a pesar de estar al lado de la playa.

Seguimos avanzando por el GR subiendo y bajando vaguadas hasta encontrar una grande que se adentra en la Rambla del Morteral. Al llegar justo al enlace con una antigua pista, se encuentra la fuente del Morteral, pero que no hemos visto. Cogemos la pista a la izquierda y nos llevará a una casa aislada. Se trata del Cuartel de Boletes, con una balconada preciosa hacia el mar.

A continuación de la casa seguimos un poco por la pista y pronto descendemos por un camino dirección el mar, hasta encontrar de nuevo el sendero del GR que nos llevara viendo más calas hasta la Playa Grande de Boletes. Allí hemos descansado a la sombra de las paredes del acantilado para después iniciar la subida por la Rambla de Boletes que ya no dejaremos hasta llegar al Collado de Boletes, dando cara ya al campo de Campillo de Adentro y viendo ya el Golfo de Mazarrón. El GR lo dejamos al poco de entrar en la rambla. Esta rambla es bastante agradable ya que tiene mucha roca viva y de muchos colores y muy poblada de adelfas o baladres.

En Campillo de Adentro cogemos la rambla de la Azohía que nos llevará a esta pedanía cartagenera. Manolo dice que esta rambla también se llama Rambla de la Bocaoria. La llegada ha sido justo a las 14:00 horas por lo que la ruta, con descansos incluidos ha durado seis horas en las que hemos recorrido 15 kilómetros.

Después hemos dado buena cuenta de una buenísima paella de marisco en el Restaurante la Azohía.



LA AZOHÍA: es un pueblo de origen pesquero en el que se practica una de las técnicas pesqueras más antiguas y original. Se trata de las almadrabas, un arte de pesca formada por un conjunto de redes que forman un cerco laberíntico con forma de copo que obliga a los peces a salir a superficie y concentrarse en este y que los pescadores con barcas en círculo, los capturan alzándolos con ganchos hasta la cubierta. Ya en 1850, el diccionario de Pascual Madoz hace referencia a la almadraba de la Azohía en donde los peces, y sobre todo los atunes y bonitos vienen por la costa y al llegar a la punta de la Azohía se encuentran con la almadraba, punto de paso obligado.



(Apuntes tomados del libro “GR92 Región de Murcia-España” de Andrés Ros, Ventura Valero y José Luis Llamusí)

Cuartel de Boletes
Cala de Boletes, al fondo
Desembocadura de la Rambla de Boletes
Palmitos y adelfas en la Rambla de Boletes
Restaurante La Azohía


Rambla del Morteral






martes, 3 de enero de 2012

Sierra de Sopalmo: Barranco de la Solana

La sierra de Sopalmo forma parte de las estribaciones montañosas del sur del término municipal de Jumilla. Forma un conjunto montañoso con de la Sierra Larga, Sierra de Santa Ana y Sierra del Carche de la que se encuentra separada por el diapiro del Cabezo de la Rosa.
Podríamos atravesar el término de Jumilla por terrenos totalmente montañosos desde el término de Cieza al de Yecla por esta gran alineación que tiene una orientación suroeste/noreste y que forma parte de las estribaciones béticas.
Es el monte público nº 91 del ayuntamiento de Jumilla con una superficie de unas 300 hectáreas.
La solana de Sopalmo tiene un paisaje interesante debido a sus numerosos escarpes rocosos y barrancos. Las partes altas de la sierra presentan algunos trozos amesetados y lapiaces kársticos con algunas simas.
El vértice geodésico de Sopalmo se eleva más de 5oo metros sobre el valle de las Encebras por el sur y unos 300 sobre el paraje de Herrada del Tollo por el norte.
Sus abundantes escarpes rocosos permiten el asentamiento de una variada avifauna rupícola, con especies como el halcón peregrino, el búho real, cuervo, chova piquirroja, etc. Como valores culturales destacan el yacimiento arqueológico de la Fuente de Sopalmo y la Cañada Real de Albacete a Murcia que discurre paralela a las faldas de la sierra.
Los impactos más significativos son una antigua cantera de áridos que ya está abandonada que ocasiona un fuerte impacto visual en la zona del Estrecho de Marín, muy apreciable desde la carretera. Hace unos pocos años se instaló una planta solar muy importante en la Hoya de los Vicente. Esperemos que no se instale un parque eólico.
Entre sus topónimos más significativos podemos mencionar la Ceja del Reloj, la Hoya de los Vicente, Umbría de los Cucos, Cerro del Águila, El Moro, Umbría del Acebuchal, Cuesta de las Carhiuelas, Collado de los Palos, La Solana, Solana de Román…

LA RUTA: Día 2 de enero de 2012. ¡Qué mejor manera de empezar el año que hacer una ruta salvaje para deshacer comilonas, mantecados y demás abusos gastronómicos de estas fechas! El día bueno de temperatura pero con un aire muy fuerte por las cimas.
Lo de ruta salvaje viene a cuento porque no he hecho ni un solo metro de senda; solamente barrancos y monte a través por lo que el ejercicio ha sido bastante intenso, sobre todo en las articulaciones de los pies. Cuatro horas para hacer unos pocos kilómetros.
He dejado el coche en la venta de Pomares, actual restaurante Campo Nuevo, enfrente de la pedanía de Las Encebras. Me he dirigido hacia el monte por el camino que parte del lateral del restaurante y luego por su falda, dirección oeste hasta encontrar la desembocadura del Barranco de la Solana. He subido por todo este barranco que presenta dos dificultades notables, la más dura la que hay junto a una higuera, ya en la parte más alta del barranco.
El paisaje bastante chulo disfrutando a lo largo del barranco de bonitos ejemplares de acebuches, sabinas, algún lentisco y la higuera que no esperaba encontrar tan alto. Luego he cogido la loma del Cerro del Águila buscando la Madama de la Sierra. He pasado frente al barranco de la Majá del Rayo por una fuerte pendiente y pronto, el silbido y ruido del aire me avisaba que estaba cerca de la cima. En la madama (933 metros) no he podido descansar ya que el aire me empujaba muy fuerte.

He seguido por la línea de cumbre unos metros hasta estar frente a un pino solitario que se ve con claridad a la derecha, al borde del precipicio de la solana. Me he dirigido hacia él para seguir luego por la cima de estos escarpes rocosos, en dirección este, teniendo enfrente el imponente Carche, buscando una bajada. Hay que caminar un rato hasta encontrar un montoncito de piedras que nos indica que por ahí se puede bajar más o menos bien. Esta justo por encima de la fuente del Sopalmo, viéndose enseguida la balsa en la que termina. Después de localizarla y observar el pequeño hilo de agua que mana de la misma he continuado bajando hasta encontrar el camino que me saca del monte para ir por el llano en dirección a donde dejé el coche.

OBSERVACIÓN: el ayuntamiento se debería de preocupar de arreglar esta pequeña fuente y su entorno para evitar su pronta desaparición. Los responsables de la pedanía han intentado hacer algo, plantando algunas plantas por el alrededor, pero es necesario una actuación en el nacimiento para conducir el agua hasta la antigua balsa abandonada.