Como todos los años, por abril, se organiza en Benizar (Moratalla) una gran ruta por aquellos paisajes tan “bonicos”. Hice la III edición y ahora he vuelto para hacer la V, para conocer otras variantes por estos sitios, ya que no suelen repetir rutas. En la anterior hubo sobre 200 participantes y en esta ocasión me ha dicho un organizador que habría alrededor de 350 personas, de todas las edades, caminando en este día primaveral y con lluvia al final. Esto parecía más una romería que una ruta senderista por la cantidad de gente que ha participado.
Descripción de la ruta:
Salida: 9:20 desde la placeta de la parroquia de Benizar dirección carretera de Otos. A unos 200 metros hay un camino que sale a la izquierda en subida que hemos tomado. Vamos subiendo por entre unos almendros. El camino a veces se confunde con bancales de almendros. Pasamos primero por unos almacenes agrícolas construido de bloques y después por una casa abandonada antigua con sus esquinas de color rojo. Seguimos los almendros y vamos buscando a la izquierda una salida al monte que simule o parezca una senda ascendente, porque no se ve muy claro.
Una vez cogida la senda subimos hasta la cuerda de la montaña para dar vistas al otro lado a un impresionante barranco. Me ha dicho un muchacho de Benizar que se trata del Barranco de las Pilas ya que mas adelante hay como unas pilas para dar de beber al ganado el agua que se escurre por el fondo del barranco.
Seguimos la senda ahora muy marcada teniendo al fondo el pico de la Molata de Charán. La senda baja al fondo del barranco por donde discurre unos metros hasta llegar a unos almendros abandonados en el fondo del barranco por donde la senda se pasa a la otra ladera del barranco.
La senda nos lleva a una planicie donde seguimos viendo la Molata de Charán al fondo. En el lado opuesto tenemos el pico que hay cerca de Benizar que me han dicho que se llama “El Puntal de la Cuesta Tiesa”.
Seguimos por la planicie entre muchas sabinas, pero de tipo arbustivo en dirección a la Molata de Charán. El camino nos lleva por delante de una cabaña de piedra, refugio pastoril seguramente y en dirección a unas grandes encinas que están junto a un corral de ganado. (10:50).
Aquí en las encinas dejamos el camino principal y seguimos por detrás del corral siguiendo los restos de un camino abandonado o senda, más o menos, siguiendo el lateral del corral (alambrada) en línea recta. Ahora vamos dejando a la derecha la Molata de Charán para dirigirnos, entre unos cultivos de montaña (almendros, lavanda, sembrados) en dirección a unos postes de la luz que van por la carretera que va al Sabinar y a Nerpio. La senda va por la parte de abajo de los bancales de lavanda. Esta senda se convierte en camino y, por el final de estos cultivos, se dirige a la izquierda. No debemos seguir el camino sino que debemos dejarlo y seguir más bien a la derecha más o menos en línea recta hasta los postes de la luz, sin sendero definido.
Llegamos a la carretera (11:20) después de dos horas de marcha. Cruzamos la carretera y sin sendero definido seguimos en dirección hacia un cañón que empezamos a ver al fondo. El olor a espliego es muy notorio ya que tanta gente, va rozando las matas con sus pasos y se desprende un olor que lo impregna todo.
Seguimos en dirección al cañón estrecho que se ve en el horizonte. No controlo en esta zona muy bien los puntos cardinales, pero debe ser más o menos sur. Me dice un señor que se trata del Barranco de Hondares. Por ahí dice, baja el río Alharabe camino del camping de La Puerta.
Hay que buscar una bajada en rampa y en zigzag que parecen escaleras. Al principio de la bajada hay un cartel con un “prohibido el paso a personas ajenas a la finca”, que lo pasamos sin problema y bajamos al valle en el que pronto empezaremos a ver el Cortijo, bueno, sus ruinas, de Hondares, que da nombre a este valle. Hay que llegar al camino del fondo del valle. Bajando la rampa, vemos al frente el Puntal de la Cuesta Tiesa”. En el camino que recorre el valle longitudinalmente debemos buscar otro que yendo en dirección a la Cuesta Tiesa, sale a la derecha.
En este cruce almorzamos un buen bocadillo de jamón que nos reparte la organización de la ruta.
Cogemos el camino de bajada, siempre bajando y bajando. Al rato vemos un salto de agua a lo lejos y ala derecha. Ahí deberemos de ir. El camino nos pasa antes del salto por la cueva de las Mentiras, según me ha dicho una muchacha, donde se ve caer un gran chorro de agua desde la cima de la peña. Enseguida llegamos al salto de agua. Enfrente del salto hay unas pocetas, que un señor dice que se trata del Pozo de las Tortugas, aunque otro señor dice que no es, que el pozo de las tortugas está más para abajo. En esta zona de, abundante en agua, hay bastantes tortugas moras, que como sabéis están protegidas.
Después de las fotos de rigor, seguimos adelante por el camino que traíamos que ahora se convierte en senda. Enseguida llegamos a una especie de bifurcación de la senda. Debemos tomar a la derecha para pasar por la base de una pared rocosa como si fuéramos a subir encima del salto. Pasamos por unas simas estrechas y seguimos la senda que sube por el ramblizo. Enseguida vemos los restos del Cortijo de Hondares al que hay que llegar. Cuando llegamos al camino, seguimos a la derecha, pasando por delante del cortijo y siguiendo el camino, ahora ya sin dejarlo, en dirección al Puntal de la Cuesta Tiesa, es decir, en dirección ya de Benizar. La lluvia aprieta a veces y a pesar de los impermeables y los paraguas vamos casi todos calados. El camino va subiendo buscando de nuevo la carretera de Nerpio. Cuando gira a la izquierda en una curva repentina, seguimos rectos por una especie de senda para llegar a la carretera antes.
Ahora tenemos por delante unos kilómetros de bajada por la carretera hasta llegar a Benizar. Desde el puerto, donde legamos a coger la carretera, ya vamos viendo el castillo. Un muchacho dice que siguiendo el camino que se ve por la derecha del puntal, te descuelgas al castillo. La ruta no estaba prevista que terminara por la carretera, sino que al llegar a la carretera, en lugar de coger dirección Benizar, hay que coger dirección Nerpio, y cerca dicen que hay un camino que sale a la derecha que sube al calar y se descuelga por lo que ellos llaman “las escaleras” hasta el pueblo y que dicen que es precioso. Debo volver a investigarlo para conocerlo. La lluvia ha aconsejado no bajar por allí por lo peligroso de andar por rocas mojadas.
Hemos llegado al Polideportivo a las 14:15 donde hemos dado los trescientos y pico buena cuenta de una paella gigante que estaban haciendo.
En definitiva, cinco horas de marcha estupenda, con buena gente y con unos 20 km recorridos. Seguro que la repito. A ver si se anima alguien y conocemos nuevos rincones encantadores de nuestra pequeña región q a veces nos sorprende con rincones agrestes y encantadores.
No he consultado los mapas por lo que los nombres que he puesto en la descripción de la ruta son los que me han dicho los lugareños a los que les he preguntado, que en muchas ocasiones no coincidirán con los oficiales. Espero no haberos cansado con esta descripción tan larga, pero he preferido ponerla así para recordarla yo cuando vaya a repetirla.
Descripción de la ruta:
Salida: 9:20 desde la placeta de la parroquia de Benizar dirección carretera de Otos. A unos 200 metros hay un camino que sale a la izquierda en subida que hemos tomado. Vamos subiendo por entre unos almendros. El camino a veces se confunde con bancales de almendros. Pasamos primero por unos almacenes agrícolas construido de bloques y después por una casa abandonada antigua con sus esquinas de color rojo. Seguimos los almendros y vamos buscando a la izquierda una salida al monte que simule o parezca una senda ascendente, porque no se ve muy claro.
Una vez cogida la senda subimos hasta la cuerda de la montaña para dar vistas al otro lado a un impresionante barranco. Me ha dicho un muchacho de Benizar que se trata del Barranco de las Pilas ya que mas adelante hay como unas pilas para dar de beber al ganado el agua que se escurre por el fondo del barranco.
Seguimos la senda ahora muy marcada teniendo al fondo el pico de la Molata de Charán. La senda baja al fondo del barranco por donde discurre unos metros hasta llegar a unos almendros abandonados en el fondo del barranco por donde la senda se pasa a la otra ladera del barranco.
La senda nos lleva a una planicie donde seguimos viendo la Molata de Charán al fondo. En el lado opuesto tenemos el pico que hay cerca de Benizar que me han dicho que se llama “El Puntal de la Cuesta Tiesa”.
Seguimos por la planicie entre muchas sabinas, pero de tipo arbustivo en dirección a la Molata de Charán. El camino nos lleva por delante de una cabaña de piedra, refugio pastoril seguramente y en dirección a unas grandes encinas que están junto a un corral de ganado. (10:50).
Aquí en las encinas dejamos el camino principal y seguimos por detrás del corral siguiendo los restos de un camino abandonado o senda, más o menos, siguiendo el lateral del corral (alambrada) en línea recta. Ahora vamos dejando a la derecha la Molata de Charán para dirigirnos, entre unos cultivos de montaña (almendros, lavanda, sembrados) en dirección a unos postes de la luz que van por la carretera que va al Sabinar y a Nerpio. La senda va por la parte de abajo de los bancales de lavanda. Esta senda se convierte en camino y, por el final de estos cultivos, se dirige a la izquierda. No debemos seguir el camino sino que debemos dejarlo y seguir más bien a la derecha más o menos en línea recta hasta los postes de la luz, sin sendero definido.
Llegamos a la carretera (11:20) después de dos horas de marcha. Cruzamos la carretera y sin sendero definido seguimos en dirección hacia un cañón que empezamos a ver al fondo. El olor a espliego es muy notorio ya que tanta gente, va rozando las matas con sus pasos y se desprende un olor que lo impregna todo.
Seguimos en dirección al cañón estrecho que se ve en el horizonte. No controlo en esta zona muy bien los puntos cardinales, pero debe ser más o menos sur. Me dice un señor que se trata del Barranco de Hondares. Por ahí dice, baja el río Alharabe camino del camping de La Puerta.
Hay que buscar una bajada en rampa y en zigzag que parecen escaleras. Al principio de la bajada hay un cartel con un “prohibido el paso a personas ajenas a la finca”, que lo pasamos sin problema y bajamos al valle en el que pronto empezaremos a ver el Cortijo, bueno, sus ruinas, de Hondares, que da nombre a este valle. Hay que llegar al camino del fondo del valle. Bajando la rampa, vemos al frente el Puntal de la Cuesta Tiesa”. En el camino que recorre el valle longitudinalmente debemos buscar otro que yendo en dirección a la Cuesta Tiesa, sale a la derecha.
En este cruce almorzamos un buen bocadillo de jamón que nos reparte la organización de la ruta.
Cogemos el camino de bajada, siempre bajando y bajando. Al rato vemos un salto de agua a lo lejos y ala derecha. Ahí deberemos de ir. El camino nos pasa antes del salto por la cueva de las Mentiras, según me ha dicho una muchacha, donde se ve caer un gran chorro de agua desde la cima de la peña. Enseguida llegamos al salto de agua. Enfrente del salto hay unas pocetas, que un señor dice que se trata del Pozo de las Tortugas, aunque otro señor dice que no es, que el pozo de las tortugas está más para abajo. En esta zona de, abundante en agua, hay bastantes tortugas moras, que como sabéis están protegidas.
Después de las fotos de rigor, seguimos adelante por el camino que traíamos que ahora se convierte en senda. Enseguida llegamos a una especie de bifurcación de la senda. Debemos tomar a la derecha para pasar por la base de una pared rocosa como si fuéramos a subir encima del salto. Pasamos por unas simas estrechas y seguimos la senda que sube por el ramblizo. Enseguida vemos los restos del Cortijo de Hondares al que hay que llegar. Cuando llegamos al camino, seguimos a la derecha, pasando por delante del cortijo y siguiendo el camino, ahora ya sin dejarlo, en dirección al Puntal de la Cuesta Tiesa, es decir, en dirección ya de Benizar. La lluvia aprieta a veces y a pesar de los impermeables y los paraguas vamos casi todos calados. El camino va subiendo buscando de nuevo la carretera de Nerpio. Cuando gira a la izquierda en una curva repentina, seguimos rectos por una especie de senda para llegar a la carretera antes.
Ahora tenemos por delante unos kilómetros de bajada por la carretera hasta llegar a Benizar. Desde el puerto, donde legamos a coger la carretera, ya vamos viendo el castillo. Un muchacho dice que siguiendo el camino que se ve por la derecha del puntal, te descuelgas al castillo. La ruta no estaba prevista que terminara por la carretera, sino que al llegar a la carretera, en lugar de coger dirección Benizar, hay que coger dirección Nerpio, y cerca dicen que hay un camino que sale a la derecha que sube al calar y se descuelga por lo que ellos llaman “las escaleras” hasta el pueblo y que dicen que es precioso. Debo volver a investigarlo para conocerlo. La lluvia ha aconsejado no bajar por allí por lo peligroso de andar por rocas mojadas.
Hemos llegado al Polideportivo a las 14:15 donde hemos dado los trescientos y pico buena cuenta de una paella gigante que estaban haciendo.
En definitiva, cinco horas de marcha estupenda, con buena gente y con unos 20 km recorridos. Seguro que la repito. A ver si se anima alguien y conocemos nuevos rincones encantadores de nuestra pequeña región q a veces nos sorprende con rincones agrestes y encantadores.
No he consultado los mapas por lo que los nombres que he puesto en la descripción de la ruta son los que me han dicho los lugareños a los que les he preguntado, que en muchas ocasiones no coincidirán con los oficiales. Espero no haberos cansado con esta descripción tan larga, pero he preferido ponerla así para recordarla yo cuando vaya a repetirla.
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