lunes, 18 de abril de 2016

Mugrón-Castellar de Meca


El Mugrón por la umbría. Al fondo, la cima
Día 17 de abril de 2016. El grupo Hinneni se ha desplazado hoy a tierras manchega y valencianas para realizar esta interesantísima ruta por el imponente Mugrón.
La ruta la hemos empezado   por la umbría, es decir, por la parte que da a Alpera, municipio albacetense a unos 20 kilómetros de Almansa. Desde Alpera debemos buscar las indicaciones de “poblado ibérico”, primero por una carretera provincial, y después, justo en un bancal de paulonias, por pista y caminos que nos llevan al aparcamiento.

El aparcamiento se encuentra a los pies del poblado ibérico de Castellar de Meca, pero primero hay que hacer un recorrido por la sierra para conocer sus interesantes rincones, y un agradable paisaje, junto a las impresionantes vistas del valle de Ayora una vez que se sube a la cresta de la sierra.
La ruta tiene comienzo en el aparcamiento, de aquí, en dirección sur,  iremos bordeando el Puntal de Mediodía buscando la casa del Heredero. Cuidado porque vamos por fincas privadas  por las que no podemos pasar. De hecho, para evitar pasar por delante de la casa, se recomienda ir por el pie del monte. Además la visita a estos lugares privados solamente está autorizada los domingos. Nos vamos adentrando en el interior de la sierra camino del Rincón de San Pascual, lugar misterioso  parecido al que todos conocemos, el monte Arabí.

El Rincón de San Pascual
Una vez se vislumbra el arco, nos dirigimos, primero a los pies del paredón que tenemos a nuestra izquierda, en el cual vamos a ver la Cueva de San Pascual. Esta cueva que serviría de cobijo  a los habitantes de estos lugares, también está relacionada con los rituales que se realizarían en este sitio tan misterioso. En el acceso tiene hasta unos escalones labrados en la época. Se trata de una gran oquedad, ennegrecida por el humo de infinidad de fogatas, y con un pequeño manantial que vierte sus aguas en una poceta excavada para su retención.
Desde la cueva, bajamos al Arco de San Pascual, que tenemos justo enfrente. Según la información proporcionada por nuestro guía, Juan Antonio, el Rincón de San Pascual está situado a 980 msnm. Está cerrado por varios cordales rocosos  que se desprenden de la gran espina dorsal pétrea del Mugrón. En los cerros que los rodean se abren bocas  de varias cuevas y abrigos que seguro que estuvieron habitadas en época prehistórica, y que posteriormente, con el paso de los siglos, se establecieron en la meseta en la que se encuentra Meca.

“En el centro de este pequeño valle se alza el fantástico mogote rocoso conocido como Arco de San Pascual, fabuloso dolmen natural cárstico  con figura de quimérico animal antediluviano –dinosaurio o galápago- que hubiese quedado allí petrificado, no ahogado o congelado por algún brusco  cambio climatológico, sino por el encantamiento de alguno de los brujos que adornaban con dibujos las cuevas y abrigos del contorno.
Entre las patas del fantástico ser, grabados en la roca viva del basamento natural, pueden verse unos petroglifos antropomorfos masculinos y femeninos, pocetas, canalillos en torno a una poza mayor, dispuestos de tal forma que cualquier líquido derramado en ellos vertía en la poza mayor”...  “estos grabados quizá se utilizaban  para ritos de matrimonio  y fecundación humanos para proporcionar la procreación y la abundancia de vida en las personas y la naturaleza” (José Soler Carnicer: “El mágico arco de san Pascual en Ayora”).
Dejamos atrás el Rincón de San Pascual, por cierto, tiene este nombre en honor a San Pascual Bailón que anduvo predicando por estos lares  y que según se cuenta, gustaba de venir a este rincón a practicar la oración en completa comunión con la naturaleza. Nos dirigimos por el barranco frente al arco de la derecha. La senda nos lleva con poco esfuerzo hasta la cresta del Mugrón en el que damos vistas a un amplio valle con ricas tierras de cultivos de cereales y vid. Al fondo, Almansa y enfrente la Sierra de Almansa. Tomamos dirección norte, a la izquierda según hemos subido y vamos contemplando las hermosas vistas desde esta posición privilegiada, teniendo a nuestra derecha una gran pared inexpugnable. 

En una de estas asomadas vemos “El ojo de la Cresta”, otro capricho de la erosión que ha horadado la roca caliza. Giramos hacia el oeste conforma hace un ángulo recto la cresta. Poco más adelante vemos en el llano la aldea de San Benito. Justo toda la hondonada se convierte en ocasiones en una gran laguna, que en estos momentos está seca y su fondo es ocupado por cultivos. “Se trata de una laguna de carácter ahora temporal, pero que tiempo ha, fue permanente. A principios del siglo XIX fue cuando se desaguó mediante un sistema de canalización, pues el agua estancada era un foco de paludismo, o al menos eso refieren  algunos estudios consultados. Aunque por otra parte confería a la zona una riqueza faunística propia, imaginaos un pequeño espacio de tierra fértil que contrastaba con el secano colindante y donde las aves migratorias encontraban reposo y avituallamiento en su largo camino” (www.enunlugardelvalle.com).
Observamos la amplia meseta que hay en esta cima llena de matorral y nos dirigimos ya hacia Castellar de Meca que enseguida se vislumbra entre Alpera y el Mugrón.
Debemos ir atentos, ya que debemos bajar por unas señales de recorrido local para colocarnos a la misma altura que el poblado y acceder al mismo por un estrecho istmo que comunica el Mugrón con Meca. Esta zona es muy especial por su vegetación entre la que llama la atención la gran abundancia de sabina (el bosque más abundante de la Comunidad Valenciana), hiedra y otras plantas que tienen su especial microclima a los pies de este cantil.

Castellar de Meca es uno de los yacimientos arqueológicos con emplazamiento más espectacular, aupado en una meseta rodeada de paredes verticales, con muy escasos y estrechos accesos, entre los que se encuentra el camino hondo, horadado en la roca caliza. Meca nos muestra multitud de silos y depósitos, alineamientos de viviendas, restos cerámicos, murallas, fuentes y aljibes, escaleras, refugios, abrigos y arabescos que son testigo de quienes la habitaron durante siglos. Entre los aljibes, vemos el del Trinquete, de dimensiones parecidas al del campo de este juego valenciano. El camino hondo es espectacular, especialmente la curva excavada en la roca con una considerable altura y de una anchura de unos dos metros.
Salimos del poblado por su parte norte, la parte en la que esta la escalinata, pero antes visitamos la Cueva del Rey Moro, un gran abrigo con vistas al norte. Rodeamos el monte en el que se asienta el poblado a media altura para llegar de nuevo al punto de partida.

Podemos ver una ruta muy parecida o idéntica:
http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=3931585

En resumen, casi 10 Km. y 4 horas y media de excursión relajada y entretenida.
Recorrido aproximado, parte norte del Mugrón.

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